Recibir un calambrazo en una instalación eléctrica

Cualquier persona ha sufrido alguna vez un calambrazo eléctrico, a veces sin llegar a conocer la causa. La explicación de este suceso suele ser muy sencilla, pero hay que tener una mínima base técnica y teórica antes para entenderla.

Darse cuenta del calambrazo eléctrico sucede al comprobar que se ha tocado de manera directa algún elemento de una instalación eléctrica con tiene tensión eléctrica y conectado a la corriente eléctrica de la instalación. Estos serían casos de un contacto eléctrico directo, que puede producirse al contactar con cables eléctricos, enchufes o interruptores.

Son formas de contacto poco normales, ya que la persona suele saber que si toca un cable deteriorado o con un pequeño rasguño o si introduce los dedos en los agujeros de un enchufe, de inmediato, su cuerpo entrará en contacto con la instalación eléctrica y comenzará a recibir corriente eléctrica.

Los calambrazos eléctricos más habituales son los que se producen de manera inesperada y sin que se conozca bien la causa. Son difíciles de detectar y apenas se perciben. Estas situaciones se llaman “contacto eléctrico indirecto” y tienen lugar cuando una parte de la instalación sufre un fallo de aislamiento o de funcionamiento y, como en su funcionamiento normal están bajo tensión eléctrica, se produce una comunicación de esa tensión eléctrica con un elemento agregado que en condiciones normales no está bajo tensión eléctrica. Tocar la carcasa metálica de algún electrodoméstico y recibir un calambrazo de repente es el mejor ejemplo de ello.

Prevenir los calambrazos por contactos eléctricos directos

Los sistemas más empleados en las instalaciones eléctricas para proteger a las personas de calambrazos pueden aglutinarse en tres grandes grupos:

Interposición de obstáculos. Consiste en evitar el contacto interponiendo una barrera física adecuada impida el contacto. Se emplea mucho en zonas donde tiene que producirse una manipulación de elementos donde no se pueden respetar unas distancias mínimas de seguridad fijadas por el reglamento.

Alejamiento de las partes activas. Convierten en imposible que se produzca un contacto sin intención de la persona con un elemento de la instalación eléctrica que esté en activo o cuente con tensión en su funcionamiento normal.

Aislamiento de las partes activas. Habitual en electrodomésticos. Si los espacios son reducidos o no se pueden mantener distancias mínimas de seguridad, se usa este mecanismo de protección eléctrica, que es muy sencillo, pues se basa en aislar cualquier elemento activo de la instalación eléctrica de manera que sea imposible entrar en contacto en ningún momento.

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